Espíritu y espacio



La exposición de la colección Sandretto Re Rebaudengo nos presenta a unos artistas filósofos, existencialistas trágicos en un mundo nihilista donde todo vale y nada importa. Cuya máxima parece decir que cualquiera que tenga ideas puede ser un artista. Un arte donde todo se funde, todo se mezcla: cine, pintura, escultura, escenografía, arquitectura, diseño, el fútbol, la vida, la muerte... todo es arte. El arte como expresión más allá de todo academicismo y oficio. El arte como libertad del ser humano.

El arte como elemento que te dice ¡estás vivo porque puedes crear!  Lo antiguo, lo moderno, no le hace ascos a nada. Arte y vida: el ser humano reflejado en un absoluto narcisismo. "Dios ha muerto" dijo Nietzsche. Esta exposición lo atestigua. Pero para verla hay que ser como un niño pequeño desprovisto de todo tipo de prejuicios y mirar las obras con una mirada clara y cristalina.

Lo importante no es lo que ves sino lo que entiendes al ver lo que ves. Y para entenderlo está el mediador entre el mundo del artista y nosotros, que nos acerca a la obra. La compresión del mundo es lo que nos proponen los artistas de hoy ¿pero se puede comprender el mundo?

Al problema de la piratería y los derechos de autor se nos plantea esta respuesta: un arte que hay que ver insitu, imposible de comprender desde el catálogo o desde la pantalla de tu casa. Las sensaciones que se experimentan al ver las obras son  imposibles de explicar y sentir si no se está allí. Se trata de un arte que juega con el espectador, un arte cuya reproducción no revela. Y por tanto, al igual que las sensaciones, un arte efímero que desaparece tras una sola mirada.

A continuación se comentan  las características, expuestas arriba, de las obras de la exposición en particular, pudiendo aprovecharse todas excepto la de "ausencia de arte español contemporáneo", para hablar del arte contemporáneo en general.

AUSENCIA DE ARTE ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO

Lo primero que salta a la vista de la muestra es la ausencia de artistas españoles, lo que nos lleva a pensar que no existe en nuestro país ningún artista representativo reseñable, y ,al mismo tiempo, la abundancia de arte italiano, aspecto que nos demuestra no estar tan lejos del mundo del arte de antaño, allá por el Renacimiento, cuando los mecenas italianos promocionaban a sus artistas nacionales.

LA PREDOMINANCIA DEL CONTENIDO

El otro aspecto que une al arte nuevo con el clásico es la predominancia del contenido, el cual no sólo es conceptual a la manera duchampiana (cuya idea de "el artista elige lo que es arte y lo que no", ampliada luego por Joseph Beuys en "todos somos artistas", está muy presente en esta exposición) sino que además contiene un discurso.

Este discurso es unas veces social, como en la obra de Ian Breakwell, Twin Audience (1993), en la que dos fotografías grandes en blanco y negro ponen de manifiesto el absurdo de muchas conductas sociales a partir de una inversión de las mismas.

Otras veces, filosófico, como en la obra de Doug Aitken, Electric Earth (1999), donde a través de una serie de pantallas de vídeo y sonido simultáneas dispuestas en un laberinto consigue crear en el espectador una sensación de nihilismo de la que no puede escapar.

O de retórica, como en la famosa obra de Maurizio Cattelan, Bidibidobbidiboo (1996), donde con fina ironía crea un chiste visual donde la protagonista es una ardilla (disecada) que se acaba de suicidar.

UN MEDIADOR PARA EL ARTE DE HOY

Pero aunque en muchas de las obras se pueden descubrir las intenciones del artista por medio de la intuición (como las antes comentadas) en otras muchas la labor del crítico-mediador es muy importante. En este caso hablamos de Francesco Bonami, director artístico de la Colección y comisario de esta muestra, gracias a cuyos textos somos capaces de entender al artista.

Por ejemplo en el cuadro pintado al óleo de Avner Ben-Gal, cuya primera impresión es estar frente a una pintura realizada al modo tradicional de un paisaje desértico.

Pero al leer el texto de Bonami descubrimos, primero que el artista es israelí, algo que ya prefigura el resto, y segundo, que lo que hay representado es una explosión causada por los bombardeos de la guerra, una mancha que bien podría haber sido humo o algo meramente compositivo, adelantándonos así al razonamiento de Bonami: " los cálidos colores transfiguran la naturaleza en algo sublime y las acciones pierden su impacto, convirtiéndose en motivos puramente compositivos".

Sin lugar a dudas Bolami es un artista mas sin el cual nos sentiríamos perdidos.


HETEROGENEIDAD

Si hay una característica que cumple todo el arte contemporáneo esa es la de la heterogeneidad, en la que se funden disciplinas artísticas de toda índole como:
  • La escenografía, en la obra de Michal Helfman, Weeping Willow (2004), donde presenta un paisaje en relieve construido en madera, que nos recuerda a fantasías infantiles como La historia interminable.
  • El cine, como la sala de cine virtual Muriel Lake Incident (1999) de Janet Cardiff & George Bures Miller, y el videoclip, que proyecta el antes mencionado Doug Aitken.
  • Las clásicas escultura y pintura, así el cuadro de Margherita Manzelli, Las posibilidades son infinitas (1996), o la escultura de Sarah Lucas, Love Me (1998).
  • La moda, el caso de los trajes de Yinka Shonibare, MBE, en Affectionate Men (1999).
  • La fotografía, por ejemplo las de la famosa Cyndy Sherman o la serie de Saul Flecther, Untitled #23, 51, 59, 67 (1997).
  • El comic, que trae Raymond Pettibon en 729 (1992), y el diseño gráfico, de la artista Barbara Kruger, Talk is cheap (1993).
  • E incluso la arquitectura, presentada por Reinhard Mucha en Ragnit (2004).
Pero también elementos extrartísticos como el fútbol, en el vídeo de Douglas Gordon y Philippe Parrenno, Zidane. A 21 First Century Portrait (2005), la albañilería, en la obra Tomorrow Came (2007) de Richard Hughes, y hasta la taxidermia (el arte de disecar animales), que nos ofrece Damien Hirst en su obra Love is great, donde aparecen mariposas disecadas sobre un fondo azul.

Hasta el punto de que muchas de las obras expuestas son consideradas obras de arte gracias al contexto de la galería, sin el cual desaparecerían como tales. Así ocurre con Cuestión de tiempo (1996) de Sarah Ciracì, donde aparecen dos perforadoras (que podrían ser reales) rompiendo el suelo, toda una imagen.

LA NO-BELLEZA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO

Estas características nos llevan a un arte oscuro y críptico cuya finalidad no es la belleza sino las ideas

Es ese rechazo a lo bello (entendido como lo entendían los griegos) una de las mayores características del arte contemporáneo que empezara con Van Gogh y cuyo concepto revolucionaría Picasso en sus Señoritas de Avignon, pasando por los expresionistas alemanes hasta los americanos abstractos, llegando hoy no sólo a ser un concepto prescindible dentro de la obra de arte sino algo que se evita en muchos casos para que la obra tenga el apelativo de "moderno".

El artista busca, en muchas ocasiones, los aspectos más feos y desagradables de la realidad con la intención de impactar al espectador con su propuesta, como en la obra Cyber Iconic Man (1996), de Jake y Dinos Chapman,  o en las fotos de Zoe Leonar sobre museos de medicina, en  Modelo anatómico sentado (1990), Instrumentos ginecológicos y Cinturón de castidad (1993), y el museo de Belleza de Hollywood, con la fotografía Medidor de Belleza 2 (1990).

NUEVAS NECESIDADES NECESITAN NUEVAS TÉCNICAS

A estas 5 características le queremos sumar una más, imprescindible para entender el arte de hoy, que es la del uso de nuevas técnicas, materiales y procedimientos, ya que, como dijera Jackson Pollock: "nuevas necesidades necesitan nuevas técnicas".

Son muchos los que opinan que el arte contemporáneo adolece de una falta de técnica evidente, entendiendo este dominio técnico en el uso del dibujo, la composición y el manejo de los pigmentos tradicionales. Pero ¿tendría sentido que el artista de hoy usara esos procedimientos? ¿no sería lo mismo que si hoy escribiésemos con maquina de escribir, en lugar de ordenador?

No estoy con ello menospreciando las obras realizadas con técnicas habituales como pudieran ser las de pintores como Lucian Freud, sino llamar la atención sobre el hecho de que lo importante no es la técnica que se emplea. Lo fundamental es la expresividad de la obra y la técnica sólo es un medio para llegar a esa expresividad, a ese discurso. Porque la obra debe decir algo.

Entonces ¿por qué no hacer uso de la fotografía, el vídeo o la instalación si son medios más eficaces para expresar mi idea? Cada artista debería escoger los materiales en función de su sensibilidad y no utilizarlos por la idea preconcebida que se tiene de estos.

UN ARTE EFÍMERO

¿Cuántas veces habremos oído que el arte contemporáneo es efímero? Contraponiéndolo así al arte duradero de épocas como la renacentista y barroca. ¿Y de donde viene esa temporalidad? desde el momento en que el artista utiliza un lenguaje actual del mundo de hoy (como ya hicieran los artistas Pop de los 60) para acercarse más al espectador, esa realidad cambiante dicta la vida de esa obra artística, hasta el punto de constituir esta nada más que un entretenimiento, algo que olvidas en el momento de salir de la sala.

Claro que.. ¿que otra función tiene el arte si no es la de entretener? Nietzsche ya planteaba el hecho de que el arte es un entretenimiento que mejora nuestra existencia. Entonces ¿qué hay de malo en ello? ¿Acaso los artistas pretenden otra cosa que entretener al espectador? ¿No ha sido siempre el arte un entretenimiento? A lo mejor toda la problemática que hay con respecto al arte contemporáneo radica en este punto, pues se pretende que el arte con mayúsculas sea algo más que un entretenimiento.

¿Y cual es ese arte con mayúsculas? ¿el que se expone en las galerías? ¿Acaso es mejor este arte que el que se viste, sirve para decorar las casas, o para vivir, o para dar a conocer un producto, o para leer, o para ver proyectada una película? ¿Se plantean algunos de estos tipos de arte su temporalidad? Entonces ¿por qué lo hace el arte de las galerías? ¿Por qué nos empeñamos en creer que este arte es mejor y más grande que el otro por una tradición anterior que solía utilizarlo para explicar las sagradas escrituras?

Esta exposición, que consta de 200 obras,  puede verse hasta el 13 de mayo en la Fundación Banco Santander.
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